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¿Conoces mi último libro?

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Desgraciadamente, llueve.

Aunque parezca un contrasentido, lo peor que ha podido pasar para que de una vez se arreglase el problema estructural de suministro de agua a Barcelona, ha sido que llueva a mares como lo está haciendo en las últimas semanas. Nuestros políticos, tan preocupados ellos en mantener a toda costa sus poltronas al precio que haga falta, se están encontrando con que todo lo que les estaba poniendo entre la espada y la pared y obligando, sí o sí, a tomar medidas necesarias, pero totalmente en contra de sus intereses electoralistas, se están desvaneciendo a la velocidad del 1% diario que se están llenando nuestros embalses. Indignante.

Resulta un gozo para la vista ver como bajan los ríos de la periferia de Barcelona, y cómo está todo de verde en una espectacular borrachera de agua de una naturaleza que no está acostumbrada a estos regadíos a manta venidos del cielo. Sin embargo, esto, que otras partes de Europa es el pan nuestro de cada día, aquí es meramente casual. Cuando llegue julio o agosto, el agua se secará a una velocidad tremenda y volveremos a estar en las mismas. ¿Y que habrán hecho nuestros políticos para evitarlo? nada. Sencillamente.

Si tomamos en consideración que aún con el mes de mayo más lluvioso del siglo (¡Del siglo!) aún no llegamos a tener los niveles de hace un año, ello significa que el problema no es climático y sí meramente de infraestructura y de escandaloso malgasto de agua. El clima ayuda, pero los partidos políticos, los que han de servir al país, son los responsables directos de la falta de agua. Que no me vengan con la historia de que he de poner la botella dentro de la cisterna para tener agua, mientras los oligopolios de la agricultura y la industria despilfarran el 90% del agua embalsada: a estas alturas, ya no cuela.

El uso del agua es un tema meramente político y, por tanto, les toca a ellos el marrón de solucionarlo, les guste o no. Lo que pasa es que la mayoría de politiquillos locales y no tan locales, se han metido en este "embolao" simplemente por ser más cómodo y seguro que estar abriendo zanjas a pico y pala en una calle, aunque no tengan preparación para otra cosa. La sequía, los estaba poniendo en un brete: si no hacen nada, adiós a la poltrona; si lo hacen, también. La lástima es que cada gota que cae del cielo, les permite endiñar el muerto al que venga detrás y salirse de rositas. Y en eso están.

Canalizaciones, expropiaciones, reducciones de gasto por decreto, presupuestos extraordinarios... todo un rosario de medidas impopulares que atacan directamente al "amiguismo", al "clientelismo" y a los intereses creados de los partidos, que ninguno quiere tocar por el bien de la poltrona propia. De mientras, la casa sin barrer, ya que la lluvia se encarga de borrar todos los restos de mierda de nuestros gobernantes de las calles; con la sequía no había agua para hacerlo.

Desgraciadamente, llueve.

La iglesia de Sau desde abajo. La pesadilla de nuestros políticos.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
A pan ( sin agua ) los tenia yo a todos esos una temporadita.

Un abrazo encanto.
Ireneu Castillo ha dicho que…
Pues seguro que dejaba de haber tanto enchufadillo en ayuntamientos e instituciones varias...jejejeje

Un abrazote, guapa!
Anónimo ha dicho que…
Entre tanto bolg insulso, adolescente y falto de recursos es un placer encontrar uno que recuerde determinados motivos clásicos y tan original.
Ireneu, yo debido a que siempre "memento mori" y que "tempus fugit" necesito "carpe diem", muy mal traducido a mi entender por disfruta la vida, en lugar de aprovecha el momento y disfrútalo.
La verdad es que contigo lo disfruto.
Amenazo con volver a postear.
Ton ami de français
Lucien
cosmofonio ha dicho que…
Ya dejó de llover, toca escribir!

;)

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