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Justicia de sevillanas y bandurrias

No hay manera. Si no hemos de recibir de una forma, hemos de recibir de otra. Ahora se trata del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando, que compara el hablar catalán con el aprender sevillanas. Me parece muy bien que al hombre le guste aprender idiomas por lo del enriquecimiento personal, pero es que o bien no se ha enterado, o bien no ha querido enterarse de que el problema que se está tratando es otro muy distinto.

Desde su punto de vista, hablar el catalán tiene el mismo punto de folklorismo que quien hace maquetas de palillos o de quien toca la bandurria, el mismo. Sin embargo, el problema de fondo es que se le está pidiendo que la judicatura utilice el catalán en Catalunya y que se pueda, de esta forma, utilizar las dos lenguas que constitucionalmente son oficiales en estas tierras, y no como se hace hasta ahora que solo se puede dirigir a ella en castellano. Ello obligaría a los jueces a tener que hablar en catalán y a esforzarse por aprenderlo. Pero claro… con lo cómodo que es hablar en un solo idioma ¡que ganas de complicarles la vida hablando otra!

Lo que más duele de toda la historia es que el juez debe pensar que en estos andurriales se habla en catalán simplemente por fastidiar o como quien aprende a hacer macramé en la escuela. No. Es mucho más, es un hecho diferencial de un pueblo, y por eso se llevan tantos años dando el coñazo con el poder utilizar -para todo- el idioma que es propio de Catalunya. Es una libertad que se nos tiene retenida en aplicación del derecho de conquista, y que aún no se ha restablecido completamente, y que evidentemente, hasta que no se haya conseguido, no pararán de generarse estas “movidas”.

Aprender a tocar las maracas es una opción personal. Hablar en catalán en Catalunya es un derecho no plenamente reconocido justamente por aquellos que han de impartir justicia. Para los jueces, hacer sevillanas o hablar en catalán es lo mismo. Visto lo visto, no estaba tan equivocado Pedro Pacheco cuando dijo aquello de “la Justicia es un cachondeo”.

Comentarios

  1. Anónimo8:06 p. m.

    A veces pienso que entre los militares y los jueces hay un reparto inusualmente pequeño y escaso de neuronas

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  2. La justicia en Cataluña tiene que ser en los dos idiomas. Y la educación TAMBIÉN. Entiendo que haya en las escuelas discriminación positiva hacia el catalán después de muchos años de dictadura, pero no permanente. Ya huele un poco el tema.

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  3. Haters: ¿como quieres igualar derechos cuando todavía no se han igualado los de la comunidad más debil? Es como sacrificar los chimpancés para la investigación medica. ¿38.000 individuos de una especie en vias de extinción se han de sacrificar para salvar a 6.000.000.000 de otra especie que es una auténtica plaga para el planeta? Míralo como quieras, pero el resultado siempre es el mismo.

    Odyseo: Ya lo dice el saber popular: El que vale, vale y el que no... pa cabo!

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